Para
el estudio de la sociología jurídica, es indispensable el conocimiento del
contexto social. Al hablar del contexto, nos referimos a cuatro elementos según
su etimología: el orden, composición o estructura, unión entre los elementos y
las relaciones e interrelaciones que se generan en la sociedad.
Cuando
hablamos del orden dentro del contexto social,
podemos distinguir dos tipos: el orden social y el orden jurídico. El
orden social corresponde a las relaciones organizadas entre los seres humanos
que componen la sociedad; respecto al orden jurídico, este es producto de la
sociedad que tiene la necesidad de regular estas relaciones, ya que el obrar
humano debe estar regido por normas que establezcan los paramentos de
convivencia. De esto podemos concluir que la sociología es una ciencia que se
interesa en principio por las relaciones sociales y no por las normas; la
sociología se encargará de estudiar la eficacia de la norma, analizando las conductas
de las personas referidas al cumplimiento o no de esas normas.
La
misma organización de la sociedad, es lo que permite su composición y
estructura. A medida que se tengan relaciones estables entre las diferentes
estructuras de la sociedad como la religión, propiedad, familia, lenguaje,
etc., será posible mantener esa composición y estructura organizada; por esta
razón el orden jurídico dentro de la sociedad debe procurar que las
interrelaciones entre estos diferentes grupos estén reguladas adecuadamente.
Para
obtener el tercer elemento del contexto social: unión entre los elementos, es
necesario que la acción social de cada persona sea correspondiente a lo que
establecen las normas del orden jurídico y además debe de ser una acción
recíproca.
Finalmente,
obteniendo los tres elementos anteriores, se logrará la convivencia de los
integrantes del grupo (las relaciones e interrelaciones) y con ello, el bien
común. Sin embargo, el hombre tiene libertad de acción, por lo que no siempre
actúa como se podría esperar. La sociedad es una forma de vida del ser humana y
por el hecho de que tenemos libertad, la sociedad tiene la capacidad de cambiar
y transformarse en el tiempo.
Lo
social puede ser entendido como un conjunto de individuos que dan lugar a un
todo: la sociedad; la sociedad está constituida por una pluralidad de miembros
ligados entre sí y de estos múltiples vínculos nacen los intereses comunes y un
fin en común que es superior a los intereses particulares; este bien superior
sólo puede lograrse por la cooperación de todas las personas que viven en la
sociedad. Podemos decir que se necesita pluralidad de personas, unidas
orgánicamente (en un sistema) con una finalidad en común, y que para lograr
este objetivo común, es necesario que exista convivencia entre los individuos.
Con motivo de esta convivencia se producen transformaciones en las formas de
organización y pueden variar las estructuras del grupo, por lo que el contexto
social adquiere la calidad de persona moral. Finalmente es un hecho de naturaleza,
ya que el hombre vive en sociedad no porque sea voluntario o se lo exija, si no
que esta es su forma de vida y supervivencia.
Los
comportamientos de los miembros de la sociedad están determinados por ellos
mismos, por su normatividad social y jurídica, por las instituciones creadas y
que a su vez estás mismas producirán nuevas formas de conducta y organización; la sociología se encargará de determinar la eficacia de éstas al momento de
estudiar los efectos que crean en las personas y si cumplen con el objetivo por
el cual existieron en un principio.
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